El pasado 26 de noviembre tuvo lugar la conferencia titulada “Lo que esconden las conductas violentas de las personas”, a cargo de Joan de la Cruz Laguarda.
“¿Por qué la persona es violenta?”, invitando a esta reflexión dio comienzo la charla. Partiendo de una visión evolutiva desde la infancia hasta la adultez, el ponente ofreció una disertación de cómo se llega hacer uso de la violencia. Para ello, tuvo muy en cuenta el funcionamiento familiar y las circunstancias ambientales de quien es violento.
La violencia, como actuación recurrente, tiene su inicio en la adolescencia. La práctica de conductas violentas requiere de la confluencia de dos circunstancias de forma continuada en el tiempo. Por un lado la presencia de una personalidad frágil, insegura, con falta de tolerancia a la frustración. También la vivencia, directa o indirecta, de que el uso de la violencia funciona como medio para conseguir aquello que se desea.
Antes de dar por finalizada su exposición, Joan trató las características del medio familiar, la escuela y las relaciones sociales, que responden a un buen ambiente. Es decir, aquellas que favorecen el uso de conductas más adecuadas para la resolución de conflictos y el mantenimiento de relaciones personales y sociales.