Estudio del miedo como afecto en sus distintas dimensiones, cualidades y cantidades. Se hace hincapié en la situación actual de confinamiento y en el interés que puede suscitar en los tratamientos psicoterapéuticos. Se considera afecto principal que en su gestión y en relación con las relaciones sociales permite la mentalización y el desarrollo humano. El miedo si es desbordante se vuelve tóxico, incapacitando a la mente para que pueda pensar. En ese sentido se trabaja desde la experiencia y en los modelos psicoanalíticos que utilizamos, como un factor a comprender y trabajar en los alumnos y pacientes del trastorno autista, así como en los trastornos mentales graves de los adultos.